sábado, 21 de febrero de 2015

La inesperada virtud de la ignorancia

(o mucho titulo y pocas nueces)

La película pretende ser humor negro, pero oscuro es el color de mi decepción, al igual que el oscurecido Batman de Keaton que pretende emular como parodia negra del pasado de un Hollywood en donde los super héroes no era cosa común de una taquilla de todos los días.

Un actor venido a menos vive en un camerino de un teatro en Broadway donde espera volver al retorno de su fama perdida. La noche de apertura de su obra lo atormenta mostrando así que en Hollywood el prestigio solo trata de los egos.

La pobre historia cuenta con grandes técnicas de filmación que recuerdan a un atareado Orson Welles con Citizen Kane solo así puedo justificar las buenas críticas ejemplo así de "es una película que puede elevarse con las alas de su propia destreza técnica, incluso cuando la banalidad de sus ideas amenaza con arrastrarla de nuevo al suelo. (...) “ Michael Phillips: Chicago Tribune

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