Basado en el
libro autobiográfico del francotirador, narra la historia ganadora y usual norteamericana del héroe nº 1 en su ranking
mundial y letal por haber aniquilado 160 civiles con su fusil.
En realidad,
no existe una belicidad absoluta, bajo su manto se esconde la historia de un ser
humano atormentado por el flagelo de la guerra. No es por colocar en papel de víctima
al protagonista, debido a que su actividad habitual es la de
francotirador; profesión elegida por el mismo y conocida por la habilidad de
matar personas a larga distancia con el rifle.
El relato
muestra la actividad realizada por la marina norteamericana SEAL en la guerra de Irak; los cuales deben ser
protegidos por el héroe del rifle.
La película
tiene los clásicos matices hollywoodenses de el ser bueno: el soldado patriota norteamericano que va a liberar países
de la opresión y el malo, el
extranjero de culturas y costumbres extrañas.
Es así como el
protagonista realizo 4 misiones a Irak
para poder alcanzar y darle punto final
al francotirador enemigo; haciendo
justicia por compañeros y familiares caídos en cumplimiento del deber.
Situación
que conlleva a las lógicas consecuencias que implican las vivencias de la
batalla en un ser humano. Es así, como Chris comienza a experimentar el
alejamiento progresivo de la sociedad en
la que vive, bajo una alineación de toda tipo de reacción o sentimiento que
pudiera llegar a tener. Lo que le impide tener contacto humano con la realidad que lo rodea;
sumergido en un permanente estado de alerta. (Durante sus cumplimientos en batalla muestra la
constante concentración que debe tener un francotirador con el ambiente que lo
rodea).
Chris queda extraviado
de su realidad, en la cual sus seres queridos buscan ayudarle a lo que él
responde “quiero salvar más vidas” termina rehabilitando veteranos igual que él
hasta encontrar la muerte dentro de su propia batalla personal.
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